¿Alguna prueba más de que el universo está en cada uno de nosotros?

Industria de fabricar humanos

Todos los genios estuvieron locos según se contó entre los cuerdos. Y yo me quiero quedar con mi locura encerrada en la pequeña esquina de mi habitación, con un velador encendido en la mesita. Pero entre esas telarañas, entre el polvo, entre el no saber que ser y si soy o no soy... Me encuentra la encrucijada eterna, sobre ¿qué pasaría si me pierdo en la locura y no alcanzo ser trascendente? ¿Qué es peor? Ser una loca solitaria inútil o una cuerda acompañada e igualmente inútil.

¿La locura será más divertida?
Siempre la sentí una extremidad más de mi cuerpo, del cuerpo no físico. Si me la quitan, si me la amputan... ¿Con qué me divertiría?

Con la gente no se puede, no divierte, lastima. No acompaña, encierra. No salva, hunde.
¿Y si mi salvavidas solo consistiera en eso? En mi locura, en mí.
¿Y si me amputan la única cosa que me eleva al éxtasis y me hace sentir diferente?
¿Y si ya no vuelvo a ser la misma?
¿Y si luego ya no puedo preguntarme más  "Y si" ?

¿Y si realmente estoy mas cuerda de lo que creo que estoy? Si la locura no es solo una excusa, para distinguirme. Si nada de lo que pienso es importante. Si mi cabeza es solo copia fiel de otro producto de la industria de fabricar humanos.

No lo soportaría. No quiero ser si tengo que ser bajo esas condiciones y etiquetas.

Meow

Y si algún día de estos se me escapara un Te amo,

¿Harías que quisiera retractarme? 

¿Con tan sólo acciones me despertarías de este sueño?

¿O sólo me silenciarías con un beso, acallando las voces internas que dicen "Vete lejos"?

Sólo es curiosidad, nada más.

Y no soy un gato, para que ésta me mate, como el dicho.

Aún no lo soy.

Quizás por la noche,

con la persona indicada,

lo sea. 

Esta vez sí tengo que elegir.
Entre dos hombres maravillosos, o mejor dicho,
simplemente dos hombres, humanos, errados, locos.

Y por primera vez, me elegiría a mí.

Bienvenido a nuestro universo.

Primero debes saber que es nuestro hogar, y al mirarte notarás, que si perteneces aquí... Siendo un compilado de células e ideas, magníficamente construido... Que, si este es tu hogar, si de aquí es donde provienes... Este lugar es perfecto.
La magia gobierna el aire que respiras, y el que se te escapa. La magia provee la luz y la sustrae.
Hay alegrías de quién esperabas tristezas, y besos de quien planeabas recibir golpes.
Existen reencuentros, para gente que quizás nunca te encontraste realmente.
Y los sentimientos, que son la mejor parte. No hay cosa más honesta y más llena de magia.
El deseo inexplicable de besar, acariciar, gritar, correr, amar. Deseos.
Satisfacer deseos. Descansar.

Este es tu universo, pequeña estrella, y brillando tú, iluminas el resto. Que como pequeñas velas, una a una se irán encendiendo con tan solo una chispa que brindes. Pero no te excedas, no te auto extingas por dar fuego, no es necesario. Solo una chispa, enciende hogueras. Y fuego que permanece vivo mucho tiempo, produce muchas chispas.

Olvida, suelta. Entrega lo que ya no te sirve al universo, para que puedas seguir con tu camino y entretenerte con tus actuales preocupaciones.

Ten cuidado. Suele pasar que lo que actualmente te preocupa y te demanda más tiempo, no es realidad. Y paralelamente, sin que lo notes, lo importante pasa a tu lado, y por eso, debes preocuparte.

El destino mueve los hilos de maneras misteriosas, abre los ojos.

No dejes pasar un día sin por lo menos un minuto donde vuelvas a recordar que cada cosa, por más ínfima, está planeada para el bien, y sucede por una razón, por un aprendizaje o una prueba que pasa cada ser para convertirse en algo superior.

Este universo es hermoso, y así lo es todo lo que convive en él. Se cuidadoso con las cosas que te rodean, se respetuoso. Deja vivir. Deja morir.

Todo se regenera, nada se va para siempre. Ni siquiera un viejo amor.

Algún día

Le sigo sumando lunas a mi cielo.
Para continuar soñando que tengo oro en las manos,
cuando solo es polvo. 

Pero quién sabe,
 si entre el polvo,
algún día,
algo por fin reluciese.

Quizás no sea tierra, ni oro.
¿Amor?
Y la vida vuelve a cambiar

Quería que me haga todo.

El amor, la cena, el almuerzo, la cama.

Menos la vida.

Y me fui.

Sinamor

Perdón,
pero me corroe la desesperación,
de que él me toque de nuevo. 


Lo quiero en el aire que me rodea,
muero por su experiencia y seducción,
me veo como la mosca,
que vuela hacia la miel amarga.

Telaraña de miel, 
lecho de muerte y vida,
lecho de amor, sin amor.

Locura, pasión y arte.
Perdí la cordura hace tiempo,
y me alegro. Porque nunca la disfruté.

En este sin amor encuentro equilibrio,
prefiero suspirar, suspirarte.
Y realizar todo lo que termine en Arte contigo.

Porque somos almas que se mezclan,
de vez en cuando,
 física más no, sentimentalmente.

Y por primera vez están bien esas condiciones.
El momento eterno, la dicha, el instante,
el no pronosticar futuros.

Él, quien nunca debió de haber sido. 
Yo, la de los futuros inciertos y las historias de cuentos,
de hadas y hados, adanes, príncipes fantasía. 

Me quedo con el enemigo, esta vez,
me revuelco con el enemigo, mas a veces duermo a su lado.
Perdón.

Pero me corroen,
intensamente...

Las ganas...
de esta vez. 

Los nombres que caen sobre nosotros,
como malos augurios;
Como  piedras a las que atados,
nos sumergen en las profundidades,
nos quitan el aire, y la respiración,
el acto de respirar;
Solo podemos mirar hacia la superficie,
mientras nos alejamos,
anhelando con el alma flotar;
Solo anhelar,
Solo mirar de lejos,
Solo contemplar nuestro fin,
y recordar nuestro principio.
Solo.

Los objetivos son similares a los Transportes públicos. Los esperamos, los abordamos y sobre ellos nos relajamos hasta el próximo transporte; hacia el próximo objetivo.

Pero ¿A dónde nos dirigen esos colectivos, subtes, trenes? ¿A otro lado? ¿A un viaje en círculos sin significado?

¿Hacia nuestro hogar?

Ir desde un punto a otro de nuestra existencia. Tan simple como eso. Cambiar gracias a ellos y a nosotros, para bien y para mal. Nunca volvemos a estar exactamente en el mismo lugar. 

Entre objetivos y otros objetivos; entre los que tomamos y los que dejamos pasar. Entre los que hacemos nuestros y los que compartimos con otros. Nunca perseguimos totalmente solos un objetivo, siempre hay otros pasajeros; la idea está en no tomarlos como competencia, sino que como compañía.

No tomarlos como algo a sobrepasar, sino como excusa para sobrepasarnos a nosotros mismos.