Los nombres que caen sobre nosotros,
como malos augurios;
Como piedras a las que atados,
nos sumergen en las profundidades,
nos quitan el aire, y la respiración,
el acto de respirar;
Solo podemos mirar hacia la superficie,
mientras nos alejamos,
anhelando con el alma flotar;
Solo anhelar,
Solo mirar de lejos,
Solo contemplar nuestro fin,
y recordar nuestro principio.
Solo.
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