viernes, 13 de noviembre de 2009

Capítulo 9: Puntos de vista diferentes

Me desperté con mucho dolor en todo el cuerpo y un fuerte dolor de cabeza. Vanessa estaba tomando mate con mi mamá en el comedor. Al saludarlas, me senté con ellas en la mesa.
-Me duele absolutamente todo- dije tomándome la cabeza con las manos.
-Bueno te voy a buscar algo para tomar hija- me dijo mi mamá levantándose de la mesa y alejándose para el living.
-Elizabeth, no te enojes pero hoy de tu celular llamé a Aarón. Me dijo que hoy iban a confirmar los boletos y que este domingo se iría a las cuatro de la tarde.
-Ah… ¿Y te dijo algo más?- dije mirando la mesa.
- Me pasó el número de la casa donde está viviendo con los padres, me dijo que si no estaba ahí… estaría en lo del hermano, dijo que se la pasaba allá… así que me pasó ese número también. Los anoté en tu celular.
- ¿Le dijiste algo de mí?-
- No, le dije que andabas mal solamente… él me contó que anda igual o peor…
- Jajá si, claro…- reí irónicamente.- De tanto pensar, mejor no quiero verlo más… ¿Sabes?... ¿Por qué tengo que herirme viéndolo ésta semana?... Yo tampoco tengo la culpa y sufro igual.
- ¿Estás segura?- me dijo mirándome a los ojos con cara de no respaldar mi decisión.
-Completamente…- dije con las lágrimas en la garganta. Volvió mi mamá con una pastilla y un vaso de agua.
- Esto te va a sacar el dolor de cabeza, así te sentís mejor… Faltan unas tres horas para tu clase de teatro… ¿Vas a ir?- me dijo mi mamá con preocupación.
- Sí, voy a ir.- dije tomando la pastilla y el agua- Quizás me encuentre en el camino algún amor pasado.- dije enfurecida dejando el vaso en la mesa con mucha bronca, y me fui para el living.
Me senté en un sillón abrazando un almohadón con tristeza y nostalgia. Vanessa se sentó junto a mí. Yo dejé caer unas cuantas lágrimas.
- Me encantaría poder ayudarte Liz… Pero qué se yo… Sos joven, sos linda… No es el único pibe del mundo.-
-Ya sé que no es el único pibe del mundo… pero es único para mí. Nadie lo entiende porque nadie está en mi lugar. Y nadie siente lo que yo siento cuando él está cerca.- le dije harta de sentirme mal.
-Bueno, ya sé que no puedo hacer nada. Pero sabes que estoy siempre Liz. Tenés que ir a teatro. Me voy yendo a mi casa.- me dijo frustrada.
-Nos vemos.- le dije.- Gracias por siempre estar…- me sonrió y se fue.
Entonces, me levanté y me dirigí a elegir la ropa para usar en mi clase de teatro. Hoy nos van a asignar los papeles para la obra que deberemos representar en un teatro muy conocido. Quería un papel protagónico y debía actuar fingiendo que estaba en condiciones de olvidar lo que sentía por unos segundos e interpretar el guión que me dieran.
Tomé un baño de agua tibia para relajarme, y una taza de café para despabilarme. Luego emprendí viaje para capital. Camine hasta el punto donde me había chocado con él, miré donde había caído por el impacto y luego seguí caminando hacia mi clase de teatro. Me senté con el resto de los alumnos que íbamos a hacer la audición, esperando que nos den el libreto. La profesora nos contó que ésta era una obra que nadie conocía porque la había escrito ella y que según como interpretemos el papel que nos daba ahora en la audición, ella nos asignaría después el personaje que nos correspondiera mejor. Me acercaron un personaje que justamente era demasiado alegre… “Gisela”… ojee un poco lo que decía y asumí que era una mucama simplemente agradecida del destino que le tocó, que a todo respondía con sonrisas pero por dentro sentía que algo le dolía… Su trabajo consistía mayormente en cuidar a los adolescentes de la casa. Los cuales eran muy desobedientes, pero la querían mucho. Con resaltador estaban marcadas las frases que debíamos representar. Llamó a dos alumnos que estaban junto a mí y me dijo que me prepare. Repasé la situación que el libreto planteaba, pensé en que tonada de voz usar… intenté meterme en el personaje. Luego de unos veinte minutos me llamó la profesora.
- Buenos días señorita. ¿Está lista? Yo tengo fe en usted, se que será uno de los papeles protagónicos.- me dijo al entrar, alentándome.
- Buenos días profesora, estoy lista. Esperemos que así sea.- le contesté.
- Entonces, cuando quiera comience- respondió con una sonrisa.
... “Chicos, tienen que dejar de meterse en tantos problemas… Saben que los adoro, pero también los tengo que cuidar”- dije fingiendo estar enojada y con tono de regaño- “No deben arriesgar tanto su salud…”
-Espera, ¿Te ocurre algo?- dijo en tono preocupado la profesora.
-¿Tan mal estuve profesora?- dije intentando sonreír.
-Sentáte junto a mí- me dijo señalándome una silla junto a ella- ¿Sabés que una persona aunque actúe perfectamente bien, nunca puede esconder lo que su alma siente?
-No, no sabía eso- dije mirando el suelo- No tiene importancia… ¿Mi audición como estuvo?
- Actuaste perfecto Eli, pero… veo tristeza en tus ojos…-me dijo abrazándome- ¿Está todo bien?
-Son males de amores solamente- dije levantándome y sonriendo burlonamente- No es nada grabe.
-Quizás a los demás no les parezcan grabes, pero su grado de gravedad, solamente lo sabe quien está sintiendo ese dolor… Tienes un papel protagónico, luego te doy el libreto.- comencé a dirigirme hacia la puerta- Que se mejoren esos males de amores…
-Gracias por su interés… Profesora- dije al cerrar la puerta.
Luego de que terminó la audición de todos, que tomó mas o menos una hora. Nos restaba una hora de clase… Así que la profesora. Nos asignó los papeles. Cambié de identidad, para convertirme en Thiara, una princesa de un lugar ficticio… que sufría por estar entre el deber y su sentir… Luego de asignarnos a cada uno nuestro papel a interpretar en la obra del año empezó a explicar que motivación tenía cada personaje.
- Thiara princesa soñadora e infantil, era muy feliz en el reino. Hasta que le empezaron a mostrar todas las obligaciones que debería cumplir cuando se convirtiera en la reina. Los paseos reales por el pueblo, organizaciones de eventos, etc. Le asignan un caballero…- me mira sonriente como burlándome- este caballero, Walter, la ayudará a aprender estas obligaciones. Casualmente, de pasar tantos momentos juntos, surge algo entre ellos que podemos llamar era algo más que simple cariño. Thiara se siente mal por tener obligaciones tan firmes que bloquean su punto de vista de su felicidad… escapar con él. Muy bien ése fue tu personaje Elizabeth. Ahora vamos con Walter. Bueno él era un muy prestigiado caballero del reino, sabía con perfección cada detalle de las reglas del reino. Lo cual le hizo enfurecerse mucho consigo mismo al descubrir su cariño hacia la princesa. Se sentía sucio, sentía que le estaba fallando a su familia que hacía varias generaciones servían a la corona… Siente muchas dudas, las cuales se disipan cuando visualiza cerca de él a la princesa... Luego está el personaje secundario de Fita, la reina. Ella está feliz de ver a su hija aprendiendo sus deberes reales, se siente muy orgullosa y la presume por todos los lugares. Cuando se entera de sus amoríos con un hombre “inapropiado”… muere por separarlos pero siente pena, aunque sea mínima por arruinar la felicidad de su hija, también tiene muchas dudas y miedos de lo que el resto del reino pensaría si se enteraran…-

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