martes, 9 de diciembre de 2014
Gota de agua
La personalidad de uno es como el boceto de un buen dibujo. Uno captura su esencia, construida con líneas suaves, donde se ven los objetivos, a donde uno quiere llegar, donde se explayan los límites y la ética de cómo se llega; es lo que tiene nuestro nombre, nuestro pensamiento individual y único.
Es un mapa por sobre el cual trazar el camino. Es la base de todo. Después, en la obra terminada, que vendría a ser una vida... bajo todos esos detalles, bajo la aplicación correcta o incorrecta de contrastes, ahí oculta debajo del grafito, del pastel, está el boceto inicial. Uno mismo es dueño, cuando va realizando su obra, uno mismo es el dueño de la decisión, de seguir con esas líneas, mejorarlas, o cambiarlas totalmente según el rumbo. Cada uno se debe concentrar, en hacer de esta obra, su obra, una obra irrepetible, individual, lo mejor que pueda llegar a ser. Es tu vida, depende de vos, hacerla una obra maestra, que en cada rincón, grite sólo tu nombre y el de ninguno más.
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