"Y ella otra vez, ilusa, abrazaba otras manos...
que aunque variaran en color, suavidad o tamaño con las anteriores que había abrazado,
tenían todas un punto en común, ninguna de ellas planeaba quedarse a su lado demasiado tiempo.
Y lo más triste de todo es que, ella era feliz, aún sabiendo eso.
No podía evitar la felicidad de ese encuentro, como si se encontrara consigo misma."
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