Tus ojos tristes, que al ver adoré.
Mi príncipe, ya no sé que hacer para seguir postergando mis sentimientos. Me dijiste que el amor es posesión, querer poseer a la otra persona. No quiero poseerte, quiero tu sutil presencia en mis días. En cada lágrima siento que se escapa un poco de mi alma. Pensar en como te extraño me acalambra el corazón. No se como hacer para que me duela menos. Odio que me modifiques con tanta facilidad.
Esas dos noches significaron todo para mí, nuestras miradas, nuestras charlas, nuestros besos y caricias. Significaron todo. ¿Para vos que significaron? Me paraliza el pensamiento de que no hayan significado nada.
¿Que hago príncipe?
¿Hay alguna fórmula para quererte menos?
Me siento una nena de ocho años más que una princesa en este momento, ¿Y vos no sentís nada? ¿Todas nuestras miradas no llegaron a tu alma como a la mía? ¿Nuestros besos no empaparon tu espíritu? Me aterra pensarlo. Y odio admitir que para mi haya significado tanto.
Si no vas a volver, realmente deseo que nunca lo hubieras hecho. Esto de venir y recordarme que tan totalmente loca estoy por vos.

No hay comentarios:
Publicar un comentario