no poseo una fuerza sobrenatural,
suelen atacarme los momentos donde todo tiembla,
donde la soga por donde he estado haciendo equilibrio,
se corta. Y caigo en un pozo de comprensión,
donde me encuentro sola, pero a la vez no.
Es una soledad compartida, a veces dejo entrar alguien,
a veces, como cuando escribo, no me lo permito.
No es gracioso tener un alma lo suficientemente sensible,
como para notar cuando el sol quema,
o cuando el hielo se empieza a sentir, en tu corazón,
o en el corazón del resto.
No es fácil decepcionarse de las personas,
solamente me es fácil explicarlo, describirlo.
Pareciera como que cada persona en mi vida,
intenta decepcionarme, intenta derrocarme,
solamente tratan y tratan de hacer su mejor esfuerzo,
para salir de mi entorno como sea.
No ato a nadie, que permanezca el que desee,
el que sueñe, el que se esfuerce por estar.
No voy a dar mi compañía por sentado,
no todos se merecen obtener de arriba,
mi punto de vista minucioso, estricto, romántico,
de su vida y de la mía, y de la vida que todos vivimos.
No es porque nadie se merezca el privilegio,
sino que, siendo pobre de alma,
nunca lo entenderían, aunque intente explicarlo.
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