Ayer sin saber nada de ésto, a la madrugada vi una estrella muy brillante, y la saludé con una sonrisa. Hoy al levantarme me enteré que te fuiste.
¿Qué es lo primero que se siente cuando tu mejor amiga de la infancia se suicida?
DESCONCIERTO. Luego, claridad y dolor, y después, más confusión.
Se que quizás no tendría el derecho de acotar nada, de opinar ni de sentirme mal porque hace mucho no mantenemos una conversación. Creo que nunca como ahora me di cuenta que fuéramos tan parecidas. Pensar que tantas veces amenacé así en mi blog de terminar con mi vida y nunca tuve el valor. Te admiro, Celeste, por tu gran valor, (aunque muchos lo tapen de cobardía), y tu gran estupidez también. Entiendo por qué, a veces el dolor te saca el aire, y se te terminan las ganas, las fuerzas, para intentar corregir el dolor con amor. Te recuerdo mucho, fuiste una parte de mi infancia, una parte de mi personalidad, siempre vas a estar en mi forma de ser, de reír, de enloquecer.
Aunque la gente diga que tu alma nunca va a encontrar paz. Yo digo, que tu alma va a ser la estrella más alta del cielo, la más brillante, y que María bajo su manto te va a cuidar, cubrir y abrigar hasta que sanen tus heridas. Y que con tu familia va a hacer lo mismo, darles fuerza y fe para seguir, para creer y poder tener la paciencia de reunirse de nuevo algún día. Allá entre esas nubes medio rosadas medio naranjas del amanecer, donde es el hogar del "para siempre", donde el dolor no existe, donde reina la paz y todos somos iguales. El desamor no existe, el dinero tampoco, ni la soledad.
Donde sólo hay luz que calienta el corazón,
quizás el resplandor te encandile al principio,
pero no tengas miedo, no te pongas triste,
porque desde donde estemos, aún sea lejos como distancia,
lejos de dimensión.
NUNCA, vas a estar sola,
como NUNCA lo estuviste, y de verdad,
lamento mucho, que no te hayas dado cuenta.
Pero nunca es tarde, para ver cuanto te aman y te necesitan.
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