No pienses que sos tan importante,
quizás me enamoré de tu ausencia, de la nada,
porque solo así sufrir dependía de mi y de nadie más.
Nunca me sentí tan fuerte como ahora,
puedo volver a empezar y perder y volver a jugar,
sin miedos, sin prisas, con ganas de disfrutar,
de probar, de caerme, una y mil veces.
Estoy emocionada, fascinada,
quiero salir al mundo y volver adentro y salir,
y volar con alas nuevas, coloridas, espléndidas
por ese cielo azul que pinté,
sobre el cual quiero dejar mi firma, al terminar la obra,
la obra maestra,
formada por mi vida, mi arte, mi fe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario