Y abracé la rosa, que seguro olvidaste.
Una vez probé romper el calendario para volver,
para volver al ayer, donde reí, donde lloré.
Donde no te extrañaba, donde te veía, y te soñaba.
Donde te tenía sin tenerte y nada mas importaba.
Otro intenté romper el reloj, vida,
para dar atrás las manecillas, hasta aquel día,
donde tu sonrisa, tu mirada, tus palabras, me tenían.
Donde no entendía por qué, pero , como te quería.
Probé y probé romper el calendario, el reloj.
Para volver, pero no volví, ni me quedé,
y terminé flotando en la nada con una rosa de plata.
Con una rosa plateada, mi amor.
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