martes, 21 de febrero de 2012

Nadie compra la magia, ni nadie la vende, ni se alquila..

Si te prometen la mágia a cambio de unas monedas, si te alquilan un sueño en un cuarto transitorio, si te ofrecen todo lo mejor del mundo dentro de un envase. Decí no. Decile No, a todo lo que no se merece un sí, ni tampoco un quizás. La mágia existe, en cada granito de arena, en cada pequeña porción de cada nube, en el brillo presente de una estrella que ya se apagó, en la sonrisa de un niño que no conoce la maldad de la gente, en los ojos de un viejo que la conoce y la perdona... En los sueños de los adolescentes de cambiar al mundo, de cambiar su mundo. La magia aparece, reina, llena los corazones de los presentes, cuando tenemos el valor de buscarla, de encontrarla, de creer en su existencia con la totalidad de nuestra alma.
Tú sonrisa desplega magia en mi mundo, en mi tierra y en mi cielo; no puedo explicarlo, pero lo siento, siento que tengas la culpa de que te haya visto, y me haya enamorado perdidamente y sin control. Lamento que eso aumente tu ego, y lamento que destroce el mío. Se que es patético, recordarte y llenar de lágrimas mis ojos, nublarme la vista y aclarar el pasado. Se que estúpido, buscarle mil sentidos a algo que ya pasó, y mil respuestas a una conversación que ya terminó hace mucho. Se que es ingenua la manera en que te hablo esperando algo diferente, cuando una persona de tan impredecible se vuelve predecible... predecible saber que me volteás el mundo y lo volves a romper.. y desaparecés. Y siempre es igual.


"Y se que me engaño a mi misma,
pero quizás cuando sonríes,
eso signifique que te quedarás mas tiempo." (canción)

No hace falta crear una historia increíble e interminable mi amor, pero permanecé más tiempo. Por favor, los pocos minutos de verano no compenzan el largo invierno de mi corazón...
Y aunque vos "no tengas problema", yo si lo tengo, grave, y mi problema, se llama VOS.
Perdón por tener un corazón tan imprudente, que comience la tarea tan indecente, de perder toda la dignidad, por mantener tu mirada con la mía, unos segundos más. Y alargarlos hasta convertirlos en meses, y hasta años...

Sucede que cuando uno se enamora, pierde importancia parecer idiota.

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