Se escapó sin dejar rastro y murió,
sin siquiera poder decir Adiós.
"Para siempre" dijimos y mirá
cuan poquito tiempo el para siempre duró.
Y solamente me quedan las sonrisas y los recuerdos
que el tiempo me robó.
Es que somos personas diferentes a las que éramos,
y el sentimiento que existía se rompió.
Cuando creíamos que era imposible,
que contra todo siempre eramos las dos.
En ese momento miré a mi alrededor,
quise cambiar todo, volver a lo anterior,
pero ya no estaba, la ruta se disolvió...
y el camino por el que veníamos se borró.
Me asusté y el miedo se apoderó de mi ser,
te frené y te conté mi preocupación, mi miedo,
me miraste, de una manera como si no fueras vos,
me gritaste, me golpeaste y te fuiste sin mirar atrás.
Vi tu espalda alejarse en el horizonte,
fué lo último que ví, y me pregunté cómo,
cómo algo tan increíble se apagó,
cómo una amistad se volteó,
cómo llegamos a ésto.
Mi vista se nublaba, por las lágrimas,
el polvo que de la ruta se levantaba, apagaba las luces,
el camino se bifurcaba y sentí,
que algo en lo profundo de mí, se rompió.
No me caben los momentos , las sonrisas, los lamentos,
en el corazón,
ésta amistad era mayor que cualquier otro sentimiento.
Intenté volver, intenté detenerlo,
pero fué inevitable... y lo mucho que me duele,
no puedo expresarlo, más que con lágrimas,
que nunca serán percibidas por nadie.
Y así muere, algo que era inmortal,
sin rosas blancas, así nomás y sin funeral.
Un adiós suspirado, abrazado en resignación.
Otra madrugada que se va, como vos.
Y la vida nos separó al final,
espero que Dios, sepa lo que causó,
y que nos destine, a las dos, algo mejor.
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