jueves, 27 de mayo de 2010

¿Para qué lo viví si lo olvidaré?


Me enseñaste que no hacen falta muchas acciones, ni tampoco grandes proesas de temerarios, mucho menos algún que otro poema desesperado, para enamorar a alguien. Me demostraste que cuando estoy enamorada, ya nada importaba más que vos. Aprendí que hay personas, de corazón débil, o pequeño, que eligen una aventura de una hora, por sobre una amistad de años. Aprendí también la felicidad incomparable que se puede sentir, con las cosas mas tontas. Comparada con la alegría de todos los días, hace ver el resto del mundo más triste. Me enseñaste, que un sentimiento tan hermoso, a la vez puede ser uno de los mas crueles. También, que aunque muchas cosas me hayan lastimado tanto, no me arrepiento de haberte conocido. Entendí, que ningún dolor por tu causa, ninguno, se puede comparar con solo pensar en no verte más. No hay miedo semejante, al que uno siente al saber que en un determinado lapso de tiempo, una despedida es inevitable. Es lindo por un lado, saber que nunca me voy a olvidar de que exististe en mi mundo, que te conocí, que me enamoré. Por otro lado, es muy feo el sentir que no tardarás mucho tiempo en olvidarte de mí, que existí, que algo me llegaste a querer. Aquellos recuerdos, que para mí son tan especiales, van a quedar solo en mi memoria, y de seguro con el tiempo se van a ir perdiendo. Esos momentos que a mi me importan tanto, desaparecerán, así como si nada. Será como si nunca los hubiera vivido. Y esas estrellas en mis ojos, al recordarlos, se esfumarán con ellos, con esos recuerdos, a algún lado. A ese lugar donde también irá, aquella felicidad incomparable que hace que la vida haya quedado tan triste.

No hay comentarios:

Publicar un comentario