No pienso perseguirte.
Y menos sabiendo que corres bastante rápido.

¿Qué tan estúpida tengo que ser para que vos me gustes tanto?

¿Puede existir alguna vez algo de amor entre nosotros dos?

Si lo pienso puramente racional esto parece una locura,

pero si es una locura de a dos no tengo tanto miedo. 

Solamente decime que te animás y vamos contra todos.

Decime que queres probar, que no querés que este con nadie más. 

Porque no quiero estar con nadie más.

Y los lugares donde sus besos insistían, brillan hoy con aires de santidad.
No puedo enderezar mi mente para escribir,
solamente se que lo quiero volver a ver, lo más rápido posible, lo más extenso.
Sus ojos celestes que me sonríen, y su abrazo que me cobija de todo el mal del mundo.
Quiero verlo y decirle lo mucho que me gusta; quiero apretarlo fuerte, como si se uniera a mi cuerpo.
Me muero por él. Y no quiero suicidar mi optimismo por amor otra vez.

Siempre el amor me golpea de esta manera. Cada vez que me doy cuenta de que estoy enamorada, en mi interior se desata un huracán. Vuelan contra mis paredes internas, mis miedos, alegría, éxtasis, ansiedad, locura, cariño, miedos, miedo al futuro, miedo al presente, incertidumbre. No quiero perder lo que me di cuenta de que me hace feliz. Esta felicidad anormal, que brota de cada vereda que voy pisando. 

Estoy asustada como una nena, arriesgándome como una mujer. Poniendo en la mesa de apuestas mi corazón, como hago siempre. Quiero que me cuide, que me quiera. Como ahora.

Quiero que no pueda dejar de besarme, y que mi abrazo no lo aburra.

No quiero que tenga la necesidad de buscar amor en otros cuerpos.

Necesito que mi amor le baste y le desborde.

Porque a mi me desborda. Estoy saturada de amor, y ese sentimiento me inquieta.

Necesito distracción, necesito desviar el miedo y la preocupación.

Alejar de mi cabeza el pensamiento de si seré suficiente para él o para alguien.

Tirito de miedo, y ansiedad, y solo se, que quiero verlo de nuevo. 

Sin juicios

No perdamos lo mejor de nosotros por los juicios, propios y ajenos.

Ser mujer es tener esa sensualidad innata, esa adoración propia y ganas de mejorar.

Mujer es la que tiene miedos y los supera, la que se desnuda sin necesidad de ser objeto de nadie.

La que se desnuda porque sabe que puede, porque la naturaleza la trajo así al mundo,

y el humano puso las reglas de cubrirse, y la sociedad impuso la vergüenza.

Persona, es quien lucha contra todo, por destacar su individualidad.

Me gusta, tener pruebas visibles de mi vulnerabilidad, de mi condición de humana.

Ver mi cuerpo y disfrutarlo, porque quizás mañana ya no lo pueda hacer.

Vivir la vida, con esas locuras y sacarse prejuicios.

Exponerse no es pasar a ser un simple objeto, o cosificarse; exponerse es demostrar fuerza,

vulnerabilidad, decisión propia de ser quién o lo que quiera ser para quien yo elija.

No por orden de la sociedad, de la cultura, o de un género.

Exponerse es elegir hacerlo, disfrutarlo, y sentirse vivo.

Es hermoso cuando te dispones a ser sincera con tus conocidos, quizás imaginando otras reacciones; y gracias a ello, la otra persona también se expone y te cuenta privacidades que quizás no te hubiera contado nunca. 

Eso es ser humano. Equivocarse, exponerse. Ser vulnerable, para ser más fuerte que nunca.