Tecnología- perdición

Los edificios que a la vista se incrustan en el cielo,
las luces parpadeantes imitando las estrellas,
o queriendo ser mejores.
Ciudad, ciudad mía, nuestra, o de nadie.
No comprendo tu encanto.
Cual canción de sirena atraes a los viajeros,
caes sobre ellos como perdición,
con tus ruidosos cantos, con tus llamativas luces.
Somos solo moscas volando hacia nuestro fin.
¿Y la humanidad donde queda?
Y lo humano, ¿sigue existiendo?

Cubrimos altos edificios de concreto,
con vidrios para que reflejen las nubes.
¿Por qué buscamos pretender?
 ¿Por qué nos inclinamos por la ilusión?
Con tanto cielo para ver,
osamos inventar algo mejor, nos creemos Dios.
Y quizás lo logramos, lo inventamos hace mucho,
pero nunca estuvimos tan lejos de ser verdaderos y puros.
Cuando se sintió por primera vez amor,
se inventó algo, o se descubrió.
Cuando se tuvo por primera vez en la historia,
piedad. Ahí fuimos dioses.
Cuando cedimos ante el sentimiento de confianza,
ahí fuimos inocentes, y grandes, realmente grandes.

Pero ¿Alguna vez en la historia del mundo estuvimos más lejos?
Nos entregamos a las ilusiones, a las mentiras,
a un mundo que no existe que gobierna nuestros días.
Tecnología, vaya mentira, se disfraza de progreso,
cuando en el alma solo provoca retroceso e incomunicación interpersonal.
¿Nos daremos cuenta antes de que esto acabe con todo lo que hemos logrado?
¿Nos despertaremos de este sueño de cables y luces?
¿Volveremos a preferir mirar las estrellas o sentir el viento,
antes que desear escuchar un "Has recibido un nuevo mensaje"?

Elijo un beso de despedida, antes que un Like.
Elijo un abrazo antes que un mensaje.
Elijo creer en la persona, ver a la persona, escucharla.
No por medio del Skype.
¿Exagero? ¿O todos lo estamos subestimando?
Temo de que esta época marque el final de la humanidad,
como a lo "humano" se refiere.
Temo estar perdiendo lo mejor que tenemos,
a nosotros mismos, entre este laberinto de monitores,
espejos de nada, hipnosis moderna.
Levantá la mirada. Mirame a los ojos. Despertá