Me declaro una idiota!
Meses rogando verte,
semanas enteras soñándote.
Te cruzo en una plaza y me quedo helada,
y te miro, y te frenás mirandome.
¿Qué se suponía que iba a hacer?
No sé porque, me nació irme, no lo pensé.
De hecho, pensé en las veces que te saludé
en estos meses, y en tu insistente forma distante.
Quiero volver a ayer y no soltarte... ¿Qué pensarás Príncipe?
¿Qué habrás pensado después de ayer?
¿Cómo miraba a alguien con quién esa mañana soñé?
¿Cómo me acerco a hablarle con la boca con la cual recé verle noche tras noche?
¿Y ahora?
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