En este mundo, el que jura tener grandeza en el alma,
y perseguir el ideal del amor entre todos,
el que promociona todo lo increíble y lo mágico,
es el más defraudante y el primero en pegarte
una patada cuando lo quiera, asi sea, de un dia al otro,
de una charla amistosa a un silencio, y a mí,
tan vacía por dentro, de amores y sueños...
Ya nada me importa si el resto,
quiere dar vuelta y caminar por otros campos..
Quiero quedarme sola con mi alma herida,
y dejarla sanar por las estrellas, esperar,
a que una extraña coincidencia, o un milagro del cielo,
o algo magnifico se presente, y me obligue,
y me empuje, a tener mis mismas convicciones,
a seguir creyendo en la bondad de todos,
a pensar que el tiempo y el destino harán el resto,
a confirmar que las cosas terminan como deben...
Porque ahora no lo creo, y ahora me duele,
y aunque no piense en ello siempre quedan registros,
siempre quedan cimientos, de algo que construí tan grande,
con cartas de juego, y con un simple viento,
volaron lejos... Lejos donde estás, si es que estás,
en un As de Corazones, te dejé un beso,
para que te lo alcance y sientas, de manera fugaz,
mis deseos... los que duelen, los que fueron;
y mi vida... que te la dejo en tus manos,
porque en este juego, no supe jugar, y aposte algo,
y lo siento, pero..
Si ganaste, realmente? Cual es tu premio?
La soledad infinita de mi destierro?
O la ausencia de mis caricias de invierno..
No sé quien ganó, pero me considero,
la última en la lista de los premios.. Era tu juego,
fueron tus reglas y lo intenté, pero mi alma
no entraba en tu tablero y cuantas apuestas hice,
cargadas de esperanza, de azar y de sueños,
y te fuiste, con todas mis convicciones,
con mi sonrisa mas triste,
y te fuiste, con un adiós de un día,
y me quede esperando, que te retractes mi vida.

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