Por un lado me gusta, esto de que vengan y me destruyan,
porque descubro que cada ver re-armo mis piezas de mejor manera.
Pero cuando los golpes son uno tras otro, no alcanzo a ponerme de pie.
Y es que mi amor, estoy en el piso y me estás pateando, sabé comprender.
Amor, ilusión que es mi espejismo, mi delirio,
el manantial que parece aparecer y al querer tocar sus aguas desaparece.
Y vos te estás yendo, y yo aún lo extraño a él.
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