hay momentos en donde siento su completa ausencia,
y yo sigo inentando comprender,
de donde proviene entonces, el peso inmenso de mi pecho.
Estoy al borde de un acantilado,
y algo en mi pecho empuja hacia abajo.
Mientras a mi alrededor, todos miran,
para otro lado, o me miran, sin abrir los ojos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario