No tenemos certeza de que el destino,
nos haya dado garantía, cuando compramos,
a un precio bajo la hermosa y a la vez,
tenebrosa, tarea de vivir.
¿A quién le reclamamos si las cosas no salen
como siempre lo planeamos o lo esperamos?
¿A quién golpeamos y culpamos cuando así es?
¿Con quién lloramos si la vida,
nos deja solos en el camino?
¿Con quién nos reímos de todos
por los cuales alguna vez sufrimos,
si no hay nadie?
¿A quién le comento, sin que le parezca tonto,
este tonto miedo, de que alguna vez me toque,
contestar alguna de las preguntas anteriores?
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