lunes, 21 de enero de 2013

El reloj


No es para mí, el guardar amor en el congelador, cariño en la heladera,
y unos cuantos abrazos en espera, en la alacena.
Como un mensaje en el contestador, que fue borrado y nadie lo escuchó.
¿Dónde van los dibujos que hice y olvidé guardar?
¿Irán a caso, con los sueños que se desvanecieron y no recordé contar?
¿Jugarán a las escondidas con las cosquillas que nunca te encontré?
O al parecer ,se borran en el horizonte, vuelan con las nubes, 
hasta lo más alto donde se disipan como globos de helio hacia ningún lugar...
Las personas vivimos en miseria, en preocupación, sin admitirlo,
si cada momento que pasamos, se escurre como agua entre los dedos,
sin poder detener el reloj que tenemos, que creamos, 
sabemos que el día que termine de girar la aguja pequeña,
desapareceremos sin más, sin saber hacia donde, ¿hacia donde iremos?
¿Iremos hacia donde van los mensajes que no fueron escuchados?
¿O hacia donde van los dibujos que no fueron guardados,
los secretos que no fueron contados, las ganas de besar que no se concretaron?
¿Iremos así como todos ellos, hacia el aire sin más historias que contar?
¿Hasta lo más alto del cielo, pasando las nubes, sobrevolando la libertad?
No lo sé, pero lo sabré, y cuando lo sepa, ya será muy tarde,
para guardar los dibujos, contar los secretos, hacer cosquillas, 
y besar cuando tenga el antojo,de tus labios rojos de prohibición,
de fidelidad, ternura y ambición. Antes que mi reloj dé las seis, 
rozaré tus labios y despertará la princesa de mi interior, la que quiere soñar,
que tiene el tiempo suficiente, para cambiar el final, 
de esta historia, que alguna vez, con orgullo y tu compañía, 
a una niña o niño quiero contar. 
Ya sabes, ese pequeño o pequeña,
que te dirá "Papá". 

Yami

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