Llegaste detrás de mí para subir, te dejé pasar primero y escuché tu voz. Tu voz y tu mirada juntas fueron lo que me faltaba para caer totalmente en la locura. No sé tu nombre, jovencita de ojos marrones. Sólo se que a esa hora, ciertos días, abordás un colectivo y que esa es mi única oportunidad de permanecer unos instantes a tu lado. ¿Cómo un caballero puede conocer o conquistar a una joven, que es una total desconocida? Tenía miedo, por primera vez en mi vida, de que si cometía un paso en falso, arruinaría toda posibilidad de armar una sencilla y conscisa amistad siquiera. Hoy te miraba... como siempre, cada día mas asombrado. Parecías feliz, eso me alegraba demasiado, sonreías de la mismísima nada, y éso me encantaba. Ahora todo movimiento que hacías, me provocaba un sentimiento nuevo... no quiero enamorarme de una ilusión, no te conozco, no me conoces, no hay de qué enamorarse en éstos términos. Pero que alguien venga y me diga que si lo que siento no es amor. Porque se que tengo muy buenos argumentos para contrarestar esa opinión. Todos los dias armo un plan que nunca voy a llevar a cabo. Por ejemplo, ayer pensaba, bajar antes en la parada donde vos siempre te alejás, acercarme alegremente cuando aparescas y preguntarte la hora. Tan simple como eso, luego te diría que te vi en el colectivo un par de veces y que nos vemos algún otro día. El misterio, y la indiferencia son los elementos claros para atraer una mujer. El aspecto físico también, pero con éso no tenía ningún problema. Mi aspecto te atraería y mi personalidad te va a enamorar, sólo falta el instante donde la mágia se concreta. Te tenía que hablar y saber, aunque sea, tu nombre.
lunes, 30 de mayo de 2011
Intento de cuento Parte II
Llegaste detrás de mí para subir, te dejé pasar primero y escuché tu voz. Tu voz y tu mirada juntas fueron lo que me faltaba para caer totalmente en la locura. No sé tu nombre, jovencita de ojos marrones. Sólo se que a esa hora, ciertos días, abordás un colectivo y que esa es mi única oportunidad de permanecer unos instantes a tu lado. ¿Cómo un caballero puede conocer o conquistar a una joven, que es una total desconocida? Tenía miedo, por primera vez en mi vida, de que si cometía un paso en falso, arruinaría toda posibilidad de armar una sencilla y conscisa amistad siquiera. Hoy te miraba... como siempre, cada día mas asombrado. Parecías feliz, eso me alegraba demasiado, sonreías de la mismísima nada, y éso me encantaba. Ahora todo movimiento que hacías, me provocaba un sentimiento nuevo... no quiero enamorarme de una ilusión, no te conozco, no me conoces, no hay de qué enamorarse en éstos términos. Pero que alguien venga y me diga que si lo que siento no es amor. Porque se que tengo muy buenos argumentos para contrarestar esa opinión. Todos los dias armo un plan que nunca voy a llevar a cabo. Por ejemplo, ayer pensaba, bajar antes en la parada donde vos siempre te alejás, acercarme alegremente cuando aparescas y preguntarte la hora. Tan simple como eso, luego te diría que te vi en el colectivo un par de veces y que nos vemos algún otro día. El misterio, y la indiferencia son los elementos claros para atraer una mujer. El aspecto físico también, pero con éso no tenía ningún problema. Mi aspecto te atraería y mi personalidad te va a enamorar, sólo falta el instante donde la mágia se concreta. Te tenía que hablar y saber, aunque sea, tu nombre.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario