Siempre pensé en mí, en que yo
te amaba,en que yo te quería en mi vida.
Ahora pienso, que quizás no sea lo que tú quieres, o necesitas.
Es más que probable que no quieras tener que verme todos los días, y no me consideres muy interesante para seguir conociéndome.
Tal vez no es tan importante que yo te quiera tanto en mí mundo, al menos para vos.
Quizás tu no quieras que una chica como yo sea quien te despierte todas las mañanas.
Quizás no quieras escuchar mi desafinada voz saliendo de la ducha... O no te fascina la idea de que todos los días intente hacerte sonreír.
Por ahí no querés recibir un abrazo
o una caricia para hacerte saber y recordarte lo mucho que te quiero.
Seguro que no soportarías mi histeria
en los típicos momentos de tensión en la pareja. Aseguro que odiarías verme desalineada cuando estoy en casa. Criticarás todos los días mi falta de pasciencia y mis torpezas, tal vez a tí no te causen gracia, sino desprecio. Quizás eres de los que consideran mi ternura y mi timidez como un defecto, como una molestia. Te hartarías de mi romanticismo clásico y rezarías que cesara de llorar por oír críticas de mí. Es que nunca pensé que quizás yo no soy lo mejor, lo que esperás que llegue en tu vida. Por ahí mis abrazos no son los más adecuados, por ahí mis besos no son aquellos besos que algún día soñaste, o mis defectos son mas que mis virtudes.
Es decir, tal vez esta guerra la perdi apenas empezó. Me dejé llevar porque tú si eres lo que yo espero para mí, pero debo aceptar también si yo no soy lo que tu quieres para tí. No te voy a obligar a que me quieras, no te puedo pedir de rodillas a que me veas, o llorarte para que me saludes. Pero lo único que quiero, con lo que conformo, es que sepas, que tú si eres la persona que para mi vida yo espero.
Tú no serás el indicado, quizás,
pero el que si lo es,
seguro se parecerá mucho a vos.
Eso me deja mas tranquila,
y por eso, te tengo que decir dignamente, Adiós.
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