Y cada día me duele verte, cada vez más. Duele esa emoción que sacude mi alma, al pensar que te voy a ver. Hasta duele también no verte. Ultimamente todo me duele. Esos malditos recuerdos que construiste, sin querer, también duelen. Aquellos que sacaban una sonrisa, ahora arrancan lágrimas. Y me cuesta seguir, me molesta pensar en el después, no quiero siquiera estar presente en el ahora, y recordar esas pequeñas cosas, tan enormes para mí, es el castigo mas dulce... que se puede sentir. Así, por tu causa, por mis sentimientos, me perdí en mi misma. La emoción de cada día quedo inmaculada en tu mirada... Tan solo... Es tan díficil seguir así, hay veces que quisiera estrecharte entre mis brazos llorando, contarte todo calmadamente, pedirte ayuda, o un consejo... Sos al único que escucharía... ¿Por qué tengo que ser tan terca? ¿Por qué me cuesta tanto abrir mi cabeza a opiniones o a consejos diferentes? ¿Por qué siento que no puedo seguir por el camino de mi vida, si no me acompañás? Todo mi mundo se volvió tan triste, que prefiero, sinceramente, quedar colgada en ese momento, que recuerdo bien, me abrazabas y yo mientras, miraba pasar caminar a los demas por al lado nuestro. Recuerdo que me sentí tan feliz, tan tranquila, tan relajada. Prefiero morir en ese recuerdo, que vivir en un presente donde siento que muero.
jueves, 1 de abril de 2010
Y cada día me duele verte, cada vez más. Duele esa emoción que sacude mi alma, al pensar que te voy a ver. Hasta duele también no verte. Ultimamente todo me duele. Esos malditos recuerdos que construiste, sin querer, también duelen. Aquellos que sacaban una sonrisa, ahora arrancan lágrimas. Y me cuesta seguir, me molesta pensar en el después, no quiero siquiera estar presente en el ahora, y recordar esas pequeñas cosas, tan enormes para mí, es el castigo mas dulce... que se puede sentir. Así, por tu causa, por mis sentimientos, me perdí en mi misma. La emoción de cada día quedo inmaculada en tu mirada... Tan solo... Es tan díficil seguir así, hay veces que quisiera estrecharte entre mis brazos llorando, contarte todo calmadamente, pedirte ayuda, o un consejo... Sos al único que escucharía... ¿Por qué tengo que ser tan terca? ¿Por qué me cuesta tanto abrir mi cabeza a opiniones o a consejos diferentes? ¿Por qué siento que no puedo seguir por el camino de mi vida, si no me acompañás? Todo mi mundo se volvió tan triste, que prefiero, sinceramente, quedar colgada en ese momento, que recuerdo bien, me abrazabas y yo mientras, miraba pasar caminar a los demas por al lado nuestro. Recuerdo que me sentí tan feliz, tan tranquila, tan relajada. Prefiero morir en ese recuerdo, que vivir en un presente donde siento que muero.
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