miércoles, 28 de abril de 2010


No entiendo por qué solo tú eres el viento que corre las nubes y me deja ver en medio de una tormenta, un rayo de sol. Quizá de luna. No puedo renunciar a tí, no puedo dejarte atrás. No hay un segundo en el dia, que no sienta ganas de recibir un abrazo tuyo y poder calmadamente hablar de tantas cosas que siempre quise hablar con alguien. Repito, que eres al único que escucharía.

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