
Es gracioso pensar lo rápido que se puede desmoronar tu mundo, pero a la vez es muy triste sentirse tan débil. Te amo, a vos, porque aunque también tenés esa forma de hacer caer los muros de mi castillo, con solo unas palabras simples o una de tus sonrisas dulces, los volves a levantar. Si tú no vas a estar mas en mis días, ¿Quién me ayudará a levantar esos muros?
No hay comentarios:
Publicar un comentario